5 de Junio, 12:58pm
«Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay.»
Alejandra Pizarnik.
La noche, mi noche;
envuelta en harapos, vestida de signos, de pulcras sensaciones
aconteciendo la caída
-la cura de los males está lejos, pequeña sol-
entre los dientes ambiguos del lenguaje te desviste, te asiste
como marioneta hambrienta sacudiéndose en las manos, rasgando
la piel-cadena de los días enamorados, inexistentes;
de los días nadie.
Un pequeño tambor sale a la luna maldiciendo la niebla, malcriando las ansias
de la espesura cotidiana
-tan nítido que me lastima-
como un lobo en la selva de mi cuerpo, en el jardín ahogado de mi sexo.
Pero no hay tiniebla que no se vuelva carrousel
(grita la niña en el tiempo del silencio).
.
envuelta en harapos, vestida de signos, de pulcras sensaciones
aconteciendo la caída
-la cura de los males está lejos, pequeña sol-
entre los dientes ambiguos del lenguaje te desviste, te asiste
como marioneta hambrienta sacudiéndose en las manos, rasgando
la piel-cadena de los días enamorados, inexistentes;
de los días nadie.
Un pequeño tambor sale a la luna maldiciendo la niebla, malcriando las ansias
de la espesura cotidiana
-tan nítido que me lastima-
como un lobo en la selva de mi cuerpo, en el jardín ahogado de mi sexo.
Pero no hay tiniebla que no se vuelva carrousel
(grita la niña en el tiempo del silencio).
.
5 voces:
y ella duerme
de brazos cruzados
como quien espera
-la noche parca.
di tu palabra y rómpete.
guiño guiño
hola, me parece a mi, o el 90 por ciento de las poetas jovenes de argentina se quiere parecer a pizarnik?
Tempori parce, maneo nemini.
si, ya sé.
es que ultimamente no puedo dejar de romperme.
Publicar un comentario